jueves, 15 de mayo de 2008

ABRIENDO LA EDUCACIÓN AL ARTE

Como Pedagoga y Formadora de Formadores, tengo la oportunidad desde hace un par de años, de ser parte del Prof. Sup. de Educación Musical del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla.

En las diversas Cátedras que tengo a mi cargo, el encuentro, el diálogo crítico, la reflexión-práctica-metarreflexión, con l@s artistas-formand@s-docentes, nos va permitiendo la construcción colectiva de conocimiento profesional sobre los entrelazamientos posibles (¿o imposibles?) en la actualidad
entre arte y educación, en este caso particularmente, pero no únicamente con la música.

A partir de mi relación con l@s formand@s, he ido re-construyendo, re-presentando, re-elaborando, ideas que, desde siempre he tenido[1] sobre la necesidad de considerar al arte no como un "aporte a" la educación, sino como un" aspecto esencial a" la misma, ya que es uno de los modos de ser, hacer y decir más profundos y completos del ser humano. Por eso, siempre he creído que "dejar fuera"
de la educación al arte o considerarlo "una materia más" del currículum, es "dejar fuera" una buena parte de la totalidad, de la completud que es una persona.

Por este motivo siempre he intentado acercarme a las distintas artes, para ver, comprender, saber..., cómo es el vínculo formad@r-formand@, cómo se da la relación con su objeto de conocimiento específico, cómo se promueve o no en ese vínculo con el otro (
formad@r_formando), la apropiación y producción de conocimientos sobre el objeto en cuestión, por parte del/la formand@.

En esta Sección: ABRIENDO LA EDUCACIÓN AL ARTE, comienzo a incluir reflexiones propias y de l@s artistas/formand@s, aplicando cada uno su especialidad artística a la educación, de modo que la escuela incorpore el arte como una de los dispositivos de formación más importantes para que el ser humano completo, que son nuestr@s alumn@s, quede "incluido" en la misma y despliegue todos las potencialidades de su personalidad.

Cuando decimos "la escuela", no pensamos en ella sólo como lugar del/la formand@ sino también como el lugar del/la formad@r. Por eso vamos a reflexionar especialmente sobre la Formación Docente, que debería constituirse en el primer lugar que le ofreciera al/la docente un espacio de construcción y expresión de su persona completa en tanto formad@r.



[1] Me recibí de Profesora Superior de Música a los 15 años, y pensaba dedicar mi vida a la Música, pero por motivos personales y, probablemente porque es mi mayor pasión, me dediqué a la Educación,desde donde retomé mi vínculo con el arte. Además he estudiado Mimo, teatro...

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